Esta es una de esas historias que nos parte el corazón... Esta pequeña es Noa, una cachorrita mestiza de a penar un año que apareció junto a sus hermanos en la puerta del refugio la navidad del año pasado. Está bebé fue adoptada, tenía una casita y una familia, pero de momento sobra... Qué si no tienen tiempo, que si ya no la quieren... Un perro es una responsabildad, y lso cachorros necesitan actividad y juego, aunqué Noa ha pasado los últimos meses encerrada en un piso todo el día. No tenemos palabras para describir el estado en el que ha llegado al refugio: con el rabo entre las piernas, asustada y triste sin saber porque sus dueños la acaban de dejar dentro de un chenil.

Por favor, Noa tiene que salir del refugio ya, se merece formar parte de una familia que le dedique tiempo, juegue con ella, la saque a pasea... es un amor y se merece toda la felicidad del mundo.

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