Este pequeño es Martín, con a penas 4 meses fue encontrado junto con sus hermanos Madox, Merlín y Mia y su mamá Mara. A pesar de lo duro que ha sido su comienzo en la vida, solo saben dar amor. Son cuatro hermanitos inseparables, buenos, dulces y tremendamente cariñosos. Te miran y se te derrite el alma. Te tocan con la patita, te siguen con sus ojitos, y te lo piden todo con ternura, sin entender por qué están tras unas rejas.

Juegan entre ellos, se abrazan para dormir y buscan el contacto humano como si ya supieran lo que es una caricia de verdad. Son puro corazón, y cada día que pasa en el chenil es un día menos de infancia feliz.

No se merecen crecer aquí. Necesitan una oportunidad. Una cama blandita, un paseo tranquilo, una voz que los llame por su nombre… y alguien que los ame como ellos aman, sin medida.

Porque Martín, Madox, Merlín y Mía tienen mucho amor que dar. Solo falta que alguien lo reciba.