Nito es solo un cachorrito. Hace muy poco fue adoptado, parecía que por fin empezaba su historia feliz… pero hoy vuelve a quedarse atrás.
La razón: una mudanza y así, la que fue su familia lo deja, como si él no formara parte de ella.

Un perro no es un juguete ni un capricho. No se abandona cuando cambian las circunstancias. Es un miembro más de la familia, alguien que confía, que se vincula y que sufre cuando lo dejan atrás. Nito no entiende qué ha hecho mal. Solo sabe que ya no está en un hogar, que vuelve a empezar sin haber tenido tiempo siquiera de sentirse seguro.

Ahora busca una segunda oportunidad, una familia responsable que lo elija de verdad, que lo incluya en su vida y no lo deje atrás pase lo que pase.

Si estás dispuesto a comprometerte, a crecer con él y a quererlo para siempre, Nito te está esperando.