Bebé llegó a nosotros tras ser encontrada sola en la calle, pasando frío y hambre. Tan pequeña, tan frágil… y ya con una historia dura a sus espaldas. Como su nombre indica, es solo una bebé, una cachorrita que no debería crecer entre rejas, sino entre brazos que la cuiden y la quieran.

Bebé es dulce, delicada y necesita el calor de un hogar. Sus primeros meses de vida deberían estar llenos de caricias, juegos, aprendizaje y seguridad, no de soledad en un refugio. Está en una etapa clave para crecer feliz y equilibrada, y para eso necesita una familia que le enseñe el mundo con amor y paciencia.

Si estás buscando compartir tu vida con una compañera fiel desde el principio, Bebé te está esperando. Adoptarla es darle la oportunidad de tener la infancia que nunca debió perder… y a ti, un amor puro e incondicional