Nikita tiene apenas un año y medio. Fue adoptada cuando solo era una cachorrita de 3 meses, con la promesa de una vida llena de amor y cuidado. Pero hoy ha vuelto al refugio… asustada, confundida, con la mirada perdida y el corazón roto.

Sus "motivos" para devolverla fueron que hizo pipí en casa, que rompió algo… como si eso no fuera parte del aprendizaje de cualquier ser vivo, como si no mereciera paciencia. Lo que ellos vieron como un problema, nosotros lo vemos como lo que es: una perrita que necesita comprensión, tiempo y mucho amor.

Nikita no entiende por qué la dejaron. Se acurruca en una esquina, esperando volver a sentir el calor de un hogar. Es dulce, buena, muy cariñosa. Solo necesita a alguien que la mire con el corazón y le enseñe que no todos los humanos abandonan.

¿Nos ayudas a encontrar a esa persona especial para Nikita? 
Ella aún tiene tanto amor por dar. No dejemos que pierda la esperanza.