Junior tiene 5 años y un corazón lleno de ganas de querer… y de ser querido. Toda su vida fue utilizado únicamente para la cría de cachorros, tratado como una herramienta y no como el pequeño ser lleno de ternura que es. Cuando dejó de “servir”, simplemente quedó sin familia, sin un lugar al que llamar hogar.

A pesar de todo lo que ha vivido, Junior es un perrito increíblemente noble, tranquilo y agradecido. Mira con ojos curiosos, como si todavía no pudiera creer que existe la posibilidad de una vida diferente… una vida donde él también sea importante.

Este pequeño merece, por primera vez, conocer el amor genuino de una familia. Merece una camita calentita, caricias sin prisa y alguien que le diga que ya no tendrá que volver a sentirse solo.

Si buscas un compañero fiel, sensible y lleno de luz, Junior está esperando, dale la oportunidad de descubrir lo que es ser querido de verdad.