INGO llevaba días vagando por el pueblo durmiendo a la interperie con las bajas temperaturas y con riesgo de ser atropellado. No ha sido fácil cogerlo y nisiquiera tenemos sitio en el refugio, pero aun así nuestras voluntarias se pusieron manos a la obra finalmente está con nosotros. Es un podenquito jóven, de apenas 1 año, y es muy bueno y cariñoso.

Se lleva bien con otros perritos y ha descubierto el placer de dormir en una camita, y aunque al principio tiene un poco de miedo, le ha cogido el gusto a los abrazos y los mimos, y no sabemos cómo decirle que esa casita en la que ha pasado la noche era algo temporal, porque en realidad tiene que entrar en una residencia. Ingo quiere formar parte de un hogar que lo quiera y lo cuide, quiere dormir a los pies de una familia que nunca lo abandone .

¿Quieres conocerlo? Escríbenos