Tizón fue abandonado en la puerta de nuestro refugio, no traía nada consigo, solo su tristeza… y la confusión de quien no entiende por qué ha sido dejado atrás. Desgraciadamente no es ni el primer ni será el último perrito que nos dejan atado sin ningún remordimiento.

Tizón es un perrito mestizo bueno, cariñoso y noble. No tiene una pizca de maldad; solo quiere acercarse despacito, oler una mano amiga y sentir que esta vez no lo volverán a abandonar.

A veces mira hacia la puerta, como esperando que alguien vuelva por él. Pero nadie lo hace. Y sin embargo, él sigue confiando, sigue moviendo la cola cada vez que recibe una caricia, sigue soñando con un hogar donde dormir tranquilo, sin miedo, sabiendo que al despertar seguirá siendo querido.

Tizón se merece eso: un hogar de verdad, donde nunca más sienta el frío del abandono, ¿quieres ser su familia?